Tardes de primavera

Tardes de primavera
tardes de juventud pesada y tierna,
deseos incumplidos
van poco a poco haciendo mella.

En terreno de nadie nuestro momento
hace época,
en terreno ajeno se entierran ansiedades.

Con el amarillo del sol, recorriendo las calles,
reímos nuestras gracias
vivimos nuestro momento
y en el atardecer cansino aceptamos nuestro enamoramiento.

La alegría en mi cara
me acerca a tu aliento
pero de pronto algo nos aleja de nuevo.

Ni el furor de la primavera ni el calor de la tarde
consiguen romper nuestras ataduras sociales
la culpa es pesada y se digiere con pena
es aún mas fácil llevar la esperanza.

Con el paso de los años se sigue notando
el calor de aquella tarde y llegado el momento
se rompe en mil pedazos.

A la pena acostumbrada un monumento
habrá que hacerla
y al amante dormidoun suspenso condolido.

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