La fatalidad unida a la escasez produce momentos difíciles de digerir por el subconsciente.
Con mirada atónita se dirige hacia el autobús que poco a poco le llevara hacia un nuevo lugar, la calle mojada por la copiosa lluvia caída momentos atrás le obliga a caminar cabizbajo, sus suelas al resbalar con el pavimento de la acera le producen inseguridad.
El otoño comenzó hace algunos días, las puntas de sus zapatos dan puntapiés a las hojas caídas de los arboles de la ciudad, anochece temprano y como en un cuento de terror nuestro amigo se ve acechado por maldades inexistentes que le esperan al volver de cada esquina,su paso queriendo ser desenfadado no consigue por menos que parecer poco coordinado, su mente ocupada en saber cual sera la próxima maldad que le acechara no puede llegar a desconectarse del ambiente que le rodea.
Su pensamiento le dice que pueden llegar a realizarse sus sueños terroríficos, la ficción es superada habitualmente por la realidad, lo vemos en los periódicos y la televisión, lo oímos aún mas por la radio, el mundo esta lleno de desapariciones y muertes súbitas y violentas.
La escasez de imaginación hace que nuestro caminante, como siguiendo le vereda de una gran mina de carbón vaya descendiendo poco a poco en la plenitud de sus pensamientos, tan solo la suerte o la fatalidad le acompañaran a partir de este momento.
De pronto una voz en su interior le conmina a pararse, ¿ estas seguro ?, mira detrás de ti, respira hondamente, mira delante de ti, respira hondamente, has dejado de caminar y nada ha pasado ante ti, nota tu cuerpo, tus manos, tus piernas, tu cabeza, imagina un soleado día de verano mientras nadas tranquilo en la playa o paseas por un jardín florido agachandote para coger una rosa, .... amigo debes de pensar en ti, tu eres importante para ti, destierra ese sopor terrorífico que se adueña de ti.
Nuestro amigo, vacila pero reacciona, por un momento siente deseos de sentarse en el mojado pavimento, de retozar chapoteando con el agua ya sucia de la lluvia.
Tranquilo, prosigue su camino hacia la parada del viejo autobús, su mente elucubra historias épicas en que él es el héroe por derecho propio, con la rapidez y seguridad propias de un caballero de la mesa redonda cruza con fuerza al otro lado de la avenida................
La fatalidad penetro entonces en su vida, sesgandola de un tajo certero como si la flecha del mejor arquero le apuntase a su corazón, el viejo autobús no tuvo tiempo para llegar a esquivarle........
Al día siguiente una esquela recordaba su dolor.
Con mirada atónita se dirige hacia el autobús que poco a poco le llevara hacia un nuevo lugar, la calle mojada por la copiosa lluvia caída momentos atrás le obliga a caminar cabizbajo, sus suelas al resbalar con el pavimento de la acera le producen inseguridad.
El otoño comenzó hace algunos días, las puntas de sus zapatos dan puntapiés a las hojas caídas de los arboles de la ciudad, anochece temprano y como en un cuento de terror nuestro amigo se ve acechado por maldades inexistentes que le esperan al volver de cada esquina,su paso queriendo ser desenfadado no consigue por menos que parecer poco coordinado, su mente ocupada en saber cual sera la próxima maldad que le acechara no puede llegar a desconectarse del ambiente que le rodea.
Su pensamiento le dice que pueden llegar a realizarse sus sueños terroríficos, la ficción es superada habitualmente por la realidad, lo vemos en los periódicos y la televisión, lo oímos aún mas por la radio, el mundo esta lleno de desapariciones y muertes súbitas y violentas.
La escasez de imaginación hace que nuestro caminante, como siguiendo le vereda de una gran mina de carbón vaya descendiendo poco a poco en la plenitud de sus pensamientos, tan solo la suerte o la fatalidad le acompañaran a partir de este momento.
De pronto una voz en su interior le conmina a pararse, ¿ estas seguro ?, mira detrás de ti, respira hondamente, mira delante de ti, respira hondamente, has dejado de caminar y nada ha pasado ante ti, nota tu cuerpo, tus manos, tus piernas, tu cabeza, imagina un soleado día de verano mientras nadas tranquilo en la playa o paseas por un jardín florido agachandote para coger una rosa, .... amigo debes de pensar en ti, tu eres importante para ti, destierra ese sopor terrorífico que se adueña de ti.
Nuestro amigo, vacila pero reacciona, por un momento siente deseos de sentarse en el mojado pavimento, de retozar chapoteando con el agua ya sucia de la lluvia.
Tranquilo, prosigue su camino hacia la parada del viejo autobús, su mente elucubra historias épicas en que él es el héroe por derecho propio, con la rapidez y seguridad propias de un caballero de la mesa redonda cruza con fuerza al otro lado de la avenida................
La fatalidad penetro entonces en su vida, sesgandola de un tajo certero como si la flecha del mejor arquero le apuntase a su corazón, el viejo autobús no tuvo tiempo para llegar a esquivarle........
Al día siguiente una esquela recordaba su dolor.
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